Los Guardianes de la Lahi > #4

Capítulo 4: La Danza de las Sombras
A medida que cae la noche, Luz se encuentra en lo más profundo de los bosques encantados. El aire está cargado de anticipación, como si los propios árboles contuvieran la respiración en espera de la batalla que está a punto de desplegarse. Las sombras bailan a la luz de la luna, sus movimientos reflejan la oscuridad que acecha en su interior.
Luz
¡No tendrás éxito en tus malvados planes, hechicero! Los poderes antiguos de estas islas pertenecen a la tierra y sus criaturas, no a aquellos que desean abusar de ellos para beneficio personal.
Sorcerer
Ah, Luz, subestimas el alcance de mis poderes. El equilibrio debe mantenerse, y es a través de mi dominio de estas fuerzas antiguas que alcanzaré la grandeza.
Luz y el hechicero se enfrentan, sus ojos fijos en una batalla de voluntades. El aire chisporrotea con energía mientras se preparan para desatar sus armas secretas el uno contra el otro.
Luz
Puede que sea solo una persona, ¡pero mi espíritu es tan feroz como el tifón que barre estas tierras! ¡Protegeré el equilibrio con cada onza de fuerza que hay en mí!
Sorcerer
Tu valentía es admirable, Luz, pero no te salvará del poder que hay dentro de mí. ¡Prepárate para presenciar una verdadera devastación!
Luz y el hechicero canalizan sus energías, convocando las fuerzas de la naturaleza y la magia para ayudarles en su batalla. Los relámpagos cruzan el cielo, iluminando la oscuridad con su poder crudo.
Luz
¡Los espíritus del bosque están conmigo, guiando cada uno de mis movimientos! ¡Defenderé esta tierra, sin importar el costo!
¡Boom!
Sorcerer
¿Eso es lo mejor que puedes hacer, Luz? Tus débiles intentos de resistencia son en vano. ¡Poseo la clave del poder supremo!
Luz
¡El poder sin sabiduría no es más que un juego de tontos! No lucho por beneficio personal, sino por la armonía y el bienestar de todos los que llaman hogar a estas islas.
La batalla entre Luz y el hechicero continúa, cada uno desatando sus hechizos y encantamientos más potentes el uno contra el otro. El suelo tiembla bajo sus pies, haciendo eco de la intensidad de su lucha.
Luz
¡No permitiré que la oscuridad consuma esta tierra! ¡La luz dentro de mí arde más brillante que nunca, creciendo más fuerte con cada golpe que me infliges!
Sorcerer
¡Niña tonta! Subestimas las profundidades de mi poder. ¡Prepárate para presenciar el verdadero poder de un hechicero!
A medida que la batalla alcanza su clímax, Luz reúne cada onza de fuerza dentro de ella. Se conecta con el antiguo poder que fluye por sus venas, un poder que la conecta con cada planta, cada animal y cada ser vivo en las islas Filipinas.
Con un rugido poderoso, Luz desata una torrente de energía que envuelve al hechicero en una luz deslumbrante. El suelo tiembla y los ecos de su último choque resuenan en la noche.
¡Crack!
Luz
Esta batalla no es solo mía, sino una batalla librada por los espíritus de esta tierra, por sus criaturas y por el corazón mismo de Filipinas.
Sorcerer
Puede que hayas ganado esta ronda, Luz, pero la guerra está lejos de terminar. La oscuridad encontrará su camino de regreso. ¡Recuerda mis palabras!
El hechicero está derrotado, pero sus palabras persisten en el aire, un recordatorio escalofriante de los desafíos que se avecinan. Luz se alza victoriosa, su cuerpo magullado y golpeado, pero su espíritu inquebrantable.
Luz
Soy solo una persona, pero no descansaré hasta que se restaure el equilibrio. La batalla puede haber terminado por ahora, pero la guerra por nuestra tierra natal continúa. ¡Y yo, Luz, lucharé hasta mi último aliento!
El capítulo 4 concluye con Luz erguida, su determinación brillando como un faro en la oscuridad. La batalla puede haber dejado cicatrices, pero también ha encendido un fuego dentro de ella, un fuego que la impulsará en su misión de proteger las islas Filipinas y preservar sus poderes antiguos.