Y así, las chicas se alzaron victoriosas, sus corazones llenos de orgullo y alegría. Habían salvado su tierra y restaurado la paz y la armonía. Sus nombres quedarían grabados para siempre en los libros de historia como heroínas legendarias de su mundo. Su historia sería contada y recontada por generaciones, un testimonio del poder de la amistad, el amor y el espíritu indomable de la aventura.