Capítulo 3. El pueblo se ve envuelto en una torrente de terror mientras los espíritus vengativos arrasan por las calles, atormentando a los habitantes del pueblo.
Emily
¿Qué he hecho? ¡Los espíritus no dejan de perseguirme!
Thomas
Debemos encontrar una manera de calmar su furia. Conozco un artefacto que puede ayudar.
Emily
Dime, Thomas. ¿Cómo podemos apaciguar a estos espíritus vengativos?
Thomas
Hay una reliquia antigua escondida en la cripta abandonada. Tiene el poder de restaurar el equilibrio.
Emily
Guíame, Thomas. No podemos permitir que el pueblo sufra más.
Emily y Thomas se dirigen a la cripta, con el corazón palpitando de miedo y anticipación.
Emily
Este lugar se siente tan oscuro y ominoso. Los espíritus se acercan.
Thomas
Mantente cerca, Emily. No podemos permitirnos perder el camino.
Crujido... Crujido...
Emily
¿Escuchaste eso? Parecían pasos.
Thomas
No estamos solos. Los espíritus se acercan.
Emily
Puedo sentir su presencia. Nos están observando.
Thomas
Sigue adelante, Emily. Casi hemos llegado.
Justo cuando llegan al final de la cripta, los espíritus vengativos los rodean, su ira palpable.
Emily
¡No! No podemos dejar que nos abrumen.
Thomas
¡Rápido, Emily! Usa el artefacto para apaciguarlos.
Emily
Lo intentaré... Espíritus, escuchen mi súplica. Encuentren paz y déjennos ser libres.
Los espíritus emiten un grito escalofriante, retrocediendo hacia la oscuridad.
Thomas
Funcionó, Emily. Hemos calmado su furia.
El pueblo finalmente está en paz, y Emily y Thomas se alzan como los salvadores de Ravensbrook, pero los ecos del tormento de los espíritus persisten en sus mentes.