¡Por supuesto! Esta obra de arte es parte de la serie de desnudos de Modigliani, que creó entre 1916 y 1919. Los desnudos de este período son audaces y sin disculpas, con un enfoque distintivo en la forma femenina. No son ni recatados ni provocativos, sino que presentan el cuerpo femenino con un sentido de objetividad. El artista utilizó una aplicación gruesa y áspera de la pintura, casi como si esculpiera las figuras, para resaltar la masa y la percepción táctil de los cuerpos. Es un delicado equilibrio entre lo abstracto y lo erótico, rindiendo homenaje a las figuras desnudas del Renacimiento italiano mientras abraza el modernismo.