Después de que Tiziano pintó este retrato, fue heredado por el hijo del sujeto, el marqués Francesco Ferdinando d'Avalos. Luego se trasladó a Polonia y fue propiedad de Jan Sobieski y Stanislaus II. August Poniatowski. Más tarde, probablemente fue donado a la familia Potocki. En 1921, fue vendido a la condesa Martine-Marie-Pol de Béhague. Y finalmente, terminó en el Museo Getty.

(murmura) No puedo creer que el jefe se emocione tanto con estas pinturas cada vez.